DESPEDIDAS...

Es duro despedir a la gente, y más duro es despedirla cuando la convivencia con las mismas es genial. Pero bueno que quede claro que esto es un ¡Hasta Luego! Y para nada un ¡Hasta Siempre!

En esta ocasión las despedidas eran las de los cooperantes, cada uno con su historia particular.

María. Fue la primera en caer, no llevaba ni dos semanitas y yo estaba tranquilo tomándome un roncito en Iztapa cuando de repente me dice Myriam “Esta es María y es de Santander” a lo que replico “Ejem, no soy de Santander, soy de Burgos” la relación fue muy buena desde el principio, aunque siempre la tuve que presentar como “María la chica de Burgos, que vive en Santander” para evitar conflictos ínterterritoriales. Poco a poco pude ir descubriendo muchas cosas de ella y disfrutando de su compañía, anécdotas e historias que iban amenizando cada viaje que hacíamos.

El Segundo de la lista fue Iván, fue un encuentro por casualidad, nadie nos presentó, simplemente dije “Yo Soy Pablo de Santander” y el me dijo “¡Coño, yo soy Iván de Asturias!” todo eso en una buena noche de música en el Tripies, San Pedro. Poco a poco tuve la oportunidad de seguirlo conociendo y seguir disfrutando de su buen ritmo a la guitarra, hasta el punto de tener una de sus primeras maquetas en mi poder (La cual no será la última).

Cerrando el Podium, Seño Marta. La de historia que podría contar de ella, para escribir un Betseller, sobre todas las provocadas por su mal Karma y los coches. La primera vez que nos vimos fue en Carnaval, allí todos disfrazados, yo de Rigen y Marta e Iván de turistas playeros. Luego poco a poco llegarían los viajecitos y con ellos los inolvidables HACHAZOS de Marta, ¡Jó! como los hecho de menos de vez en cuando.

No se si entre una cosa y otra conocí a Lucia, que aunque la verdad no hemos hecho muchos viajes juntos, la experiencia con ella a sido siempre buenas y divertidas, tanto de viaje como en alguna reunión en la ciudad.

Finalmente Epí y Blas, PERDON, Edu y Diego, los viajeros de San Marcos, con su furgoneta, sus historias del proceso relacional en San Marcos, TODA UNA ODISEA y su buen rollo. Los conocí digámoslo así de casualidad mientras íbamos a recoger a María a la Antigua para irnos a Iztapa. Acababan de llegar con los padres de Diego y estaba viajando por el país.

Junto a ellos se gesto el EJE DEL MAL, ¡PERDON! EL EJE DE LOS DEL NORTE, que noche la de aquel día ¿Verdad Virginia? (¡¡¡Es que los del Sur!!!)

Bueno con todo se os echará de menos por estas tierras a todos, esperando que los que seguis aquí (Edu, Diego y Lucia) os pueda ver antes de vuestra partida, y los que ya estáis allí, os pueda visitar en mi regreso.

Por cierto Leticia y Eli, no me olvido de vosotras, pero aun os queda tiempo para que disfrutemos juntos.