jueves, 22 de noviembre de 2007

PERDIDO EN... COLORADO

Yo: bueno como en este viaje no me acompaño Blete, no he podido copiarle la historia, una verdadera lastima.

Ya hace unos meses que estaba en Guatemala, sin Sara, contando los días para volverla a ver... y el tiempo fue pasando cada vez más rápido y al final llego la fecha.


El miércoles 31 de Octubre partía rumbo a Denver, previa visita al aeropuerto de Dallas. El vuelo fue bastante rápido y cómodo y la inspección aduanera de entrada a los Estados Unidos más cómoda de lo que pensaba en un principio. A media tarde sin mucha complicación ya estaba con Sara, dispuesto a disfrutar de unas fantásticas vacaciones.


Tras llegar a casa de Sara, y unas descargas de electricidad estática más tarde, nos fuimos a cenar a un restaurante japones, que batió con facilidad todos los registros de restaurantes japoneses de este año, muy bueno la verdad.


Después dimos un paseo por las calles cercanas y fuimos a tomar un café a un sitio que según me dijo Sara habitual para universitarios de Denver.


El jueves, o unas descargas estáticas más tarde, pasamos el día paseando por las cercanías, fuimos a tomar un Brunch en un lugar cercano, aunque por desgracia nos fue imposible, ya que solo lo tenian los fines de semana, no obstante la hamburguesa de bufalo estaba impresionante.


Despues ya en la tarde, hice algo, de lo que no me arrepiento, pero que no pensaria volver a hacer, IR A UNA CLASE UNIVERSITARIA, sí señores, a una clase del master de Sara, la diferencia con las clases magistrales en España, notable, como punto positivo la clase era mayoritariamente participativa y con un estilo de debate abierto, como negativo/extraño/curioso la pizza y las chocolatinas corriendo por la clase, gente en pantalón corto de deporte... por lo menos una experiencia curiosa y a la par divertida.


Tras las clases nos dimos un paseo por el campus universitario... sensiblemente más grande que el de la UC, tan solo os digo que el pabellón polideportivo contaba con un gimnasio enorme, piscinas, cancha de baloncesto, pista de patinaje distribuido en tres pisos... bueno como el pabellón deportivo de la UC ¿No?.


Ya por la noche estuvimos con los amigos de Sara, Ben, Lyia, Hayden su mujer y su hijo... en un día muy especial el día de Halloween. Por la noche intentamos ir a un local típico de American Line Dancing, ¿Recordais el Gran HIT, "no rompas más, mi pobre corazón"? Para principiantes...


El Viernes nos quedamos en Denver descansando después de la ultima clase de Sara, fuimos a cenar a Denver, y el mero hecho de pasear por la calle de forma despreocupada fue una maravilla para mi.


El sabado nos fuimos por la mañana a Boulder un pueblectio al pie de las Montañas Rocosas. De nuevo paseo y tiendas, y un grandioso desayuno.


Por la tarde nos pusimos camino a Estes Park, localidad de entrada al parque de las Montañas Rocosas.


El parque genial, con una excelente vegetación y con mucha fauna... poder tocar la nieve fue un momento especial y poder pasear entre las montañas rocosas fue un momento mágico. Por desgracia tocaba regresar a Denver, con parada en un Mall, visita tradicional en mis viajes a Estados Unidos y una cena en un buen restaurante chino.


El domingo teniamos dos citas importantes, la visita a Holy en su casa en las montañas y la cena con el padre de Sara. La visita de Holy y su novio Josh fue impresionante y su casa en mitad de un bosque de pinos al pie de las montañas rocosas fue especial, todos debíamos tener al menos una casa así. Por la tarde nos fuimos a El Jardín de los Dioses, una formación rocosa al pie de las montañas, paraiso para los escaladores y lugar esplendido para un buen paseo. Ya en la noche nos fuimos a cenar con el padre a un restaurante Hindú, primera experiencia con dicha cocina, con un resultado satisfactorio.


El lunes ultimo día completo del viaje nos fuimos de nuevo a Denver, a pasar el día y visitar alguno de sus edificios más reseñables, como el Congreso de Colorado, un bonito edificio, replica en miniatura al Capitolio de Washington, situado en una parque en frente del ayuntamiento y cercano a la zona financiera y museistica de la ciudad.


Tras el paseo, nos fuimos a la calle 16, una calle peatonal, donde estuvimos paseando hasta la noche, completando la velada con el poker asiático, cocina tailandesa, muy rica también, para finalmente regresar a casa de Sara.

El martes nos despedimos, con un poco de pena por tenernos que volver a alejar, pero sabiendo que muy pronto nos veriamos de nuevo en Florida.

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