EL PISITO

Bueno, hablando del pisito, la verdad es que no es nada del otro mundo, ya sabéis, hall, cocina, salón, habitaciones y baño y una terracita con vistas a la selva. Pero bueno, de todas formas trataré de describíroslo con mayor detalle. La verdad es que la entrada no tiene nada destacable, ya sabéis un pasillo, y bueno un sofá para unas cuatro personas, por si apetece descansar antes de entrar al saloncito.

El saloncito tampoco tiene nada destacable, ya sabéis sofás, televisión, dvd, y bueno aunque nunca he comido en ella, también tiene una mesa que predeciblemente se usa para comer, pero para ser sinceros prefiero la mesita de enfrente de la televisión para esos menesteres y por lo demás, eso que parece una mesa pegada a la pared, pues es un futbolín, pero ¡joer! ¿Quién no tiene un futbolín en casa?

En cuanto a la mi habitación, pues ya sabéis armario, mesitas y una cama, PARA QUE MÁS, lo único que en la cama entran unas tres (quizás cuatro) personas como yo, pero bueno, nada destacable. La puerta que se ve al fondo, es la puerta de mi baño, pero ya sabéis nada destacable que no pueda tener un baño cualquiera, así que como no es la foto más acogedora, no os muestro la bañera jacuzzi que está dentro.

Por lo demás, me queda de presentaros la cocina y la terracita. Pues bien la cocina, ya sabéis, ese lugar donde nuestras madres nos preparan alimentos energéticos y revitalizantes, no tiene tampoco nada de especial, así que he decidido no sacar foto de está dependencia. Lo único que hecho en falta es un microondas, pero bueno al menos tengo un horno para, tal vez, experimentar con alguna receta de la abuela.

Finalmente y con acceso directo desde mi habitación y el saloncito esta la terracita, que tampoco es nada especial. En ella hay por lo menos un millar de plantas (o más), una barbacoa, creo que en desuso, pero me han dicho que alguna vez han traído otra, y una mesita con cuatro sillas, ahora mismo estoy escribiendo desde una de ellas.

A parte de las plantas tenemos acceso visual a la arboleda (la selva) que hay en la acera y la verdad es que el tema de la arboleda es divertidísimo, ya que tanto a las 6 de la mañana (amanecer) como a las 6 de la tarde (atardecer) una bandada de pájaros de diversa índole nos amenizan con su canto celestial, hecho que por la mañana me llena de alegría.

También cabe reseñar que desde la terracita se ve nuestra oficina que queda a grosso modo en la esquina superior derecha del edificio no sabemos si en la última planta visible o en la anteúltima, ya que desconocemos si el piso 18, superior al nuestro es la parte redonda del tejado, o la ultima planta cuadrangular.

Por lo demás nada importante que destacar, si así me lo hacen saber, en próximos comunicados haré referencia a las habitaciones de mis compañeros, que también habitan este pisito. ¡Ah! Por cierto, lo del jacuzzi en el baño, pues como que no, pero ya me gustaría y aun así no me puedo quejar de baño.