EL VIAJE (PRIMERA PARTE): BILBAO

Que bonito es viajar, pero hay un cierto límite y la verdad es que estar casi 28 horas en vela, conociendo aeropuertos internacionales, ¡ejem! si se le puede llamar así, pues no es muy gratificante la verdad.

En resumidas cuentas, que tras amanecer a las 4 de la mañana del día 11 de Enero del año 2007 de nuestro Señor, hora muy propicia para levantarte si eres el que pone las calles por la mañana, nos dispusimos a ir a Bilbao a tomar (que tengo que evitar pronunciar la palabra coger) el primero de nuestros vuelos, hacia París. Tras nuestra llegada nos dispusimos a plastificar las maletas, mediante el sistema de vulcanizado (sistema utilizado en más sectores que no explicaré) y a facturar las mismas, y de paso a hacer la pregunta de si las maletas llegarían facturadas hasta Guatemala o tendría que refacturarlas en México (inocente de mi). Por suerte la respuesta fue satisfactoria ya que me dijeron que las facturarían hasta Guatemala, lastima que no pregunte el día en el que llegarían :D.

Tras tomarnos un café, que joer me sentó de vicio, nos dispusimos a despedirnos de la familia que nos acompaño hasta el aeropuerto y pasar nuestro primer control policial, no veas que cachondeo, que si fuera el cinturón que si el ordenador debe ir fuera de la bola, pasar el escáner, el bicho pita, volver para atrás dejar la cartera y el reloj en la cesta, volver a pasar, cacheo por aquí, por que hagas lo que hagas te quites lo que te quites el escáner pita y bueno, solo te queda levantar los brazos y sonreír, tiempo estimado de la operación unos 3 minutos.Corriendo, por que ya llegábamos justillo, tomamos el bus que nos acercaba hasta el avión y nos montamos en nuestro primer vuelo un CANADIAR REGIONAL JET 700 de Air France, primera compañía con la que volamos ese día pese a tener contratado todo con la misma, y bueno como no, la primera en la frente, 45 minutos de retraso para la diversión del personal, pero que se le va a hacer.